ME DESPERTÉ de Lidón

Cuentos en KulturArt

Lidón M.    La Cerillera

------------------------------------------------------------------------

ME DESPERTÉ de Lidón

Me desperté tremendamente feliz. Hacía mucho tiempo (demasiado) que nodespertaba así... estaba sonriendo gratuitamente, sin pensar en nada,sin esforzarme, sin fingir... Me levanté más vacía que nunca y sinembargo, más dichosa, más alegre... No quería pensar en la causa, porsi, en el esfuerzo, llamaba de nuevo a las aves negras que pueblan, pormillares, mi cabeza. Pasó el día y esa alegría que por la mañana me embriagaba, pasó a serun tremendo y delicioso sentimiento de bienestar, de paz, de relajo. Y se acercó el momento en el que me tenía que encontrar contigo; no lohabía pensado hasta ese momento... De pronto ese sentimiento dedescanso me sumió en un dulce sueño... me imaginé a mi mismalevantándome, por la noche, de mi cama, salir por la ventana y caminarentre el cielo de la noche, como quien deambula sobre una alfombra depétalos de flores y hierba húmeda y olorosa... Caminaba, lenta,soberbiamente, como sonámbula; mientras dejaba penetrar en mí eldelicioso olor a salitre y caliente humedad de una brisa marina deverano... dejando que me acariciara una luz de luna que jamás hesentido... Así, transportada por ese fantástico aire, transformada en un rayo deluna, entré por entre las rendijas de tu ventana. No me esperabas, poreso la dejaste cerrada. Dentro de tu habitación volví a cobrar mi formahumana, aunque quedaba en mi el olor a mar, y la suavidad de hierbafresca en mi piel, que sumía el lugar en una bruma que solo los sueñosson capaces de crear... y allí, ante mí, estabas tú... acostado, sumidoen un sueño reparador, pero insuficiente para calmar las ansias de tucuerpo y las heridas y recuerdos de tu mente... Me senté a tu lado, temiendo que, si despertabas, turbarias el frágilequilibrio de este sueño y, desaparecería sin remedio, sin recordar elcamino de vuelta a la realidad... Era una tentación muy grande, estarallí y no despertarte, susurrándote "estoy aquí, mírame...", pero mecontuve, temía desearlo tanto que mi pensamiento te pudieradespertar.... así que sonreí, tratando de calmarme, y pasé mi mano aescasos centímetros de tu cara, en una caricia mágica, imaginando tocartu pelo, tu cara y finalmente tomar tu mano. Pero oí como se agitaba turespiración, y aparté mis manos. Me quedé allí quieta, observando comodormias, hasta que, en un susurro mágico, me dijo la noche que debíavolver... y tal y como llegué hasta tí, volví a mi cama, sumiéndome enun letargo reparador que me hizo andar todo el día en una burbujita dejabón. Y llegó nuestro encuentro. Tu estabas distante, y yo me reí de mi mismapor el tonto pensamiento que había tenido. Nunca fue real, pero quebello hubiera sido.